domingo, 27 de mayo de 2012

Tokyo Marui (réplica de airsoft) L96 AWS


Buscábamos una réplica fiel del rifle de sniping británico . Creímos encontrarla, y fue amor a primera vista. Hasta que inflamado por el deseo la agarras fuerte y sientes que algo no va bien. Y es que tras intimar descubres que un fusil de airsoft no deja de ser eso, una pálida (en este caso, albúrea) evocación de un arma de fuego.






CONSIDERACIONES PREVIAS

-El objeto de la review es la réplica del airsoft Tokyo Marui L96, inspirada en el rifle Arctic Warfare (AW) de Accuracy International.
-Los parámetros, opiniones e impresiones del análisis se basan en lo apreciado por el arriba firmante en la réplica de serie, sus prestaciones como réplica de airsoft y su imitación del arma real.
-No hay ninguna consideración técnica ni mecánica, sólo el aspecto exterior y sus prestaciones tal como ha salido esta unidad de la caja.

INTRODUCCIÓN



La introducción del AI PM (Precision Marksman) en el ejército británico a comienzos de los 80 supuso el relevo de las enésimas evoluciones de los rifles Lee Enfield y el comienzo de una brillante carrera que pronto evolucionaría hacia los modelos AW (Arctic Warfare) muy pronto convertidos en grandes éxitos de venta en todo el mundo. En Gran Bretaña fue asignado como L96, nomenclatura que se hizo muy popular y emplearemos aquí en lo sucesivo.


Accuracy International L96 AW

Categoría: fusil de cerrojo
Calibre: 7.62x51mm NATO (.308 win)
Longitud 1270mm
Peso: 6.8kg , vacío sin óptica.
Capacidad del cargador: 5 cartuchos.
Alcance máximo efectivo: 800m. aprox.



PRIMERAS IMPRESIONES

nada mejor que las especificaciones que entrega Marui:

Tokyo Marui L96 AWS

Categoría: fusil de cerrojo
Calibre: 6mm
Longitud: 1115mm
Peso: 3280g.
Capacidad del cargador: 40 bolas
Alcance máximo efectivo: no especificado.

La primera impresión es que pesa poco. Muy poco. Incluso demasiado poco: la mitad que el arma real.
Podríamos pensar que qué más da, que hasta es mejor que sea liviano, que es un fusil de airsoft y que pedir mayor peso no es razonable en ninguna simulación. Pero hablamos de una réplica de un arma real al que le vamos a dar un uso lo más realista posible. Y que cargar algo que debería dar en báscula casi siete kilos y que en nuestras se baja hasta los 3,5 (aprox y con óptica) arruína completamente ese feeling de rifle de sniper antes de que accionemos el cerrojo.



Otras réplicas muestran una diferencia de peso mucho menor respecto a las auténticas:

(pesos en vacío)
Colt M4A1: 2500g.
TM M4A1 SOPMOD: 3200g.

FN Minimi Para: 7100 g.
A&K Minimi Para: 7000g. aprox.

Es evidente que la verdadera diferencia se aprecia en el peso y volumen de las municiones, pero las cifras de este L96 se acercan peligrosamente a considerarlo peyorativamente más como un juguete que como a una réplica.

Matizamos esa afirmación tras toquetear con más o menos tacto el rifle, que está muy bien construído y transmite una correcta sensación de solidez: no lo usaría como ariete o para cruzar un paso sobre él (tampoco lo haría con el de verdad... a menudo) pero no temeré que se rompa o se dañe de consideración. Se ve bien rematado aunque algunos marcajes son propios de Marui.



Un par de detalles sobre ésta versión: tratamos con un AWS (Arctic Warfare Supressed) que en consecuencia cuenta con un cañón/supresor todo en uno. Se rumorea que fue usada por las UKSF entre otras, y bien puede ser creíble aunque yo nunca haya visto tal cosa.

La segunda particularidad es el cargador. Si lo más normal son los 5 cartuchos, éste simula uno de 10 bastante raro de ver que además alimenta la increíble capacidad de 40 bolas. Otra nada desdeñable contrariedad si queremos un L96 como los usados por los militares británicos.

Antes de seguir adelante hay que destacar su longitud de más de un metro. No será nada que nos sorprenda, pero hay que tomar en consideración que entramos en otra liga de manejabilidad y ocupación.

LA PREPARACIÓN



Este rifle necesitaba un tratamiento de belleza según los cánones de los Sniper Cadres británicos, donde los batallones forman a sus francotiradores. Justo después de enseñar los rudimentos técnicos y tras la lectura de mapas y navegación, le toca el turno al concealment. Y esto incluye el camuflaje personal, de equipo... y del arma.

A éste lo encintamos duramente con sniper tape verde, dejando libre las partes móviles, brocal del cargador, disparador, rosca del hop up y boca del cañón. Con esta momificación conseguimos una textura cremosa y orgánica muy alejada del metal y el plástico originales, además de un color que irá mimetizándose con su entorno. Una solución más eficaz y menos agresiva que rociar con spray una herramienta que se supone de precisión.

En el momento de las fotos el tratamiento se encontraba en su segundo estadio, después de ser ligeramente manchado con varios tipos de tierra y ser dejado al sol de inverno durante un par de días. Con el tiempo y el uso la cinta mostrará fatiga y deterioro, mejorando de nuevo la textura y el color. Y cuando tras un buen machaque se caigan por el desgaste, repetiremos la operación.



EL DISPARO



La parte decisiva y curiosamente la que más observaciones admite.
Como datos objetivos partimos de que entrega en torno a 300 fps, cifra muy moderada a cualquier categoría de réplica airsoft y sumamente modesta en el segmento de los rifles de sniper. Pese a ilustres antecedentes como el M14 AEG también de TM, no podemos esperar una performance espectacular de esa potencia.

Recordando las tiradas de otros rifles de mayor potencia por una parte y las AEGs a 350 por otra, desplegamos la esterilla para tomar cuerpo a tierra y enfrentarnos a Panchito, nuestro torso objetivo.



Antes de tirar del cerrojo municionamos el desmesurado cargador de un modo que solo recordábamos en las antiguas pistolas de muelle: introduciendo las bolas una a una, pero sin necesidad de retener el muelle abajo con el pulgar. Acabamos para meterlo en el brocal, gracias a Dios colocado donde está el de verdad, al contrario de como haríamos con otras réplicas del mismo arma.

Retirar el seguro no aporta buenas sensaciones ya que el recorrido inicial es notablemente tosco (y perfecto en su viaje de vuelta) y parece estar pensado para impedir accionarlo con el dedo en el disparador. Otras armas permiten retirar el seguro en posición de encare, que aquí echamos un poco en falta.

A la vez que libera la acción del disparador, el seguro quitado desbloquea el cerrojo, de generoso tamaño. La operación de carga es deliciosa al tacto y al oído, pero a la vista echamos de menos la amplia visión de la recámara lo mismo que haríamos en un fusil sin blowback, mucho poco o nada según el usuario. Esta melancolía es producto de las excelentes sensaciones del amartillado, un delicado reflejo de las del 7.62. Todo un hallazgo y alegría respecto a otras réplicas donde acerrojarlas requiere de esfuerzo atlético.

Continuamos en esta nube cuando posamos la mejilla sobre la cantonera y nos aprestamos al disparo. El tirador no está habituado a este tipo de réplicas, tiene un fusil en la cabeza y es muy exigente con lo que espera de un sniper. Peligrosa combinación.
  Si encendiésemos un cigarro, el humo desfilaría parsimonioso y vertical.
Panchito está colocado aproximadamente a 55 metros de la nosotros, la distancia que exigimos como alcance eficaz para un rifle de sniper.  Menos de eso se acerca peligrosamente al reino de las réplicas automáticas a 350 fps, donde el L96 no debería estar. Más allá de ella (65) nos meteríamos en crack shots, y a 75 enfangaríamos en el miracle shooting.



Regulando el visor presentado, Leupold M3 réplica  (que requeriría otra review para sí) y seleccionando las bolas entre la panoplia disponible de 0.20, 0.23 y 0.25 (todas de calidad media, ninguna delicatessen) escogimos 0.23 como solución de compromiso para "larga" distancia. En los 55 metros la pobre calidad (notablemente) e inferior peso de las 0.20 las mostraban propensas a las trayectorias erráticas, mientras que el 0.25 forzaba unas desagradables parábolas impropias de esa distancia además de la eternidad en la que llegaban al blanco.



El nivel de acierto mejoraría sensiblemente mejorando la calidad de la munición, puesto que con ésta no pocos proyectiles vuelan descaradamente desviados hacia los lados. No podremos achacar esto únicamente a las bolas,  porque de tres tipos y en cerca de dos centenares de disparos el yerro es discontinuo, pero constante. No podemos decir que vayan todas las bolas una detrás de otra.

A medida que vamos quemando cartuchos afinamos nuestra puntería, amoldándonos y anticipándonos al demasiado caprichoso comportamiento de una réplica que insisto, dispara a 300 fps y a la que disparamos cerca del máximo de su alcance eficaz. Elevando la distancia a unos alucinantes 70 metros -un rango de ensueño- conseguimos blancos aislados muy poco representativos de lo que podríamos hacer contra algo que no estuviese quieto y no midiese 1.80.

CONCLUSIONES



Como réplica de airsoft para usarla contra otra gente que también dispara, esta TM L96 AWS ocupa un difícil lugar. Su limitada potencia le permite saltarse las distancias de rigeur para sus homólogas de más de 450 fps, pero naturalmente le niega un par de docenas de metros de alcance que para un rifle de cerrojo no es opcional, es necesario. Tampoco destaca una precisión infalible, aunque a 40 metros es difícil errar un disparo... como no es difícil que un adversario te gane diez y suelte varios disparos de vuelta.

Aunque sus prestaciones de serie como rifle de sniping son discretas, las sensaciones que ofrece, dejando aparte las fantasías que nos queramos montar y el opio de panchorra y percepción que nos inflama, son correctas. Es bonito disparar con él en lo acotado de su rango. El accionamiento del cerrojo es sensacional y quizás su mejor punto. Lo peor, su excesiva, casi insultante ligereza.

Entrar en mejoras que potencien su performance es tan necesario como pantanoso, pero sería ideal poder convertir este bonito rifle en una temible réplica... y mantener lo suave de su funcionamiento.

Gracias a Vasily por la gentileza en ceder el ejemplar.

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