domingo, 27 de mayo de 2012

AWS (réplica) Strike vest


 Cientos de años construyendo material para llevar encima lo que un soldado necesita no han podido ser en vano. Aunque en la última década hayamos evolucionado más que en las cinco previas, éste viejo chaleco bien podría ser el pináculo de una manera de entender el webbing.


Cuando vi al amigo Matt salirnos con este exótico -acostumbrado al material británico o al más generalista- webbing, rápidamente me llamo la atención. Tenía un je-ne-sais-quoi, un algo que decía "con esto se pueden hacer cosas que podrían necesitar más de un tipo de webbing diferente" unido a un irresistible encanto vintage. De modo que le eché el guante para estudiarlo de cerca.

Resulta que el modelo original, un Strike Vest de AWS (Advanced Warfigting Solutions, Fayetteville, NC, USA) es un chaleco de solera y pedrigree: un it-vest de los Delta Boys que lleva ahí desde los días de Mogadiscio en el 93. La maldita prehistoria.


Hierático operador 1st SFOD-D durante la Op. Gothic Serpent. Lleva un AWS Strike Vest sobre el chaleco PT1.

Algo debería tener si continuaba asomándose una década más tarde en otro Delta (extrema izquierda) :


E incluso más allá complementando a chalecos como este mar CIRAS.


No podía ser malo. O como pasa con los pieces-of-kit que siguen siendo confiables pese al paso del tiempo, es tan insultantemente sencillo que vale para un roto que para hacer un descosido. Por ahí pueden ir los tiros.


Vista frontal, con una de las posibles configuraciones.


Vista posterior. En la etiqueta se advierte que este producto no tiene capacidad antibalas.

En esta réplica -no puedo enfrentarla a un original- se aprecian de un vistazo y una palpada una serie de golosas características.

-Es un producto diseñado a finales de los 80, siendo benévolos. Una época donde todavía mandaba el sistema ALICE en América o sufríamos la lona encogible del Pattern 58 en Gran Bretaña: lo más cercano serían las bandoleras portacargadores, pero de eso al AWS Strike hay un trecho.   El avance en concepto, diseño y materiales es enorme respecto a los productos estándar. Pese a todos los años que tiene encima sigue ofreciendo buenas soluciones.

-Tiene un aire definitivamente artesanal. Fabricado en negro nylon más propio de una mochila escolar que de un chaleco heavy duty y rematado por costuras solamente correctas, no cede más refinamientos que drenajes metálicos en cuatro de sus seis pouches principales. Solo cuenta con tres cierres: dos buckles en los tirantes y otro en el cierre lumbar postearior.  Decir que esos tirantes cuentan con algo parecido a un acolchado sería muy optimista.
El resultado es un conjunto terriblemente ligero.

-Sopesar la comodidad es un ejercicio tan personal que no merece mucha atención ... pero la mayoría de los que se pongan éste chaleco se encontrarán confortables con él, pese a su rudeza.

-La distribución de los pouches es sencilla, cosidos todos sobre la base principal.

2x grandes y rectangulares (cerrado con cinta y velcro)  en los extremos,
4x para mags de fusil entre ambos (cerrados los de los lados con cinta y velcro),
4x para mags de pistola en el centro. (cerrados por su tapeta con velcro)



Después de echar un vistazo a sus características en vacío podemos pensar en qué hacer con él. En primer lugar pintarlo con el color en el que sea vea nuestra zona desde el avión no puede ser mala idea. Será que no soy un gran fan del gear negro -salvo piezas que puedas tener que buscar rápido, como cinturones, retention lanyards, guantes...- pero un chaleco de ese color es un atraso en estos días. Sin contar que le da una referencia para apuntar cojonuda a quien nos quiera disparar.

Para qué lo podemos usar?

Así de primeras podemos pensarle unas utilidades en las que haría buen papel:

1- Cargarlo a tope con cosas que hagan pum: una pistola (en este caso, Sig 226) en un side pouch, dos (o hasta cuatro!) cargadores de 9mm, calzarle los cuatro mags de 5.56 que admite y rematarlo con una o dos granadas.

Evidentemente no tiene mayor capacidad de carga del mundo ni capacidad para distribuirla, de hecho hinchándolo de este modo (hablando de armas y municiones reales) estaríamos al límite de su confort razonable. No está mal para algo tan liviano y con nulo acolchamiento, pero así no vamos a poder ir muy lejos.

Lo más llamativo es colocar la pistola ahí, en un ridículo bolsillo cerrado por apenas una pulgada de cinta sobre velcro. La sorpresa es que no parece propensa a caerse y su sujección resulta asombrosamente firme para, repito, algo que no tiene ninguna pinta de haberse pensado para eso. Requiere ajustar el cierre, pero el resultado es mucho más seguro que muchas pistoleras de tela.


Detalle del lado derecho.

Desenfundar es rápido, incluso la posición en la que se nos brinda el arma parece buena. Gran sorpresa. Refundar nos baja de la nube, porque ya no es tan fácil y se hace evidente lo cutre del apaño. Pero a quién le importa, lo importante es sacar la pistola!

El acceso a los cargadores de fusil es todo lo excelente que uno se puede imaginar cuando no hay sobre ellos tela, cuerda o metal. Solo tirar de ellos y se deslizarán delicadamente. Por contra, tendrás que darte un buen revolcón para que alguno se salga.
Como handicap las tapetas que tapan los mags de 9mm adolecen de un par de centímetros más de largo. Con guantes gruesos puede haber demasiada poca tela para agarrar y tirar de ella.

Una gran opción salir de un vehículo e ir directitos a patear puertas. Mala si tenemos que pasarnos más tiempo por ahí.

2- Meterle la pistola, sus mags, una linterna, una radio con su micro... y que parezca que no hay nada de eso.


Hola amigos, no me preguntéis por las líneas del bus, que yo no soy de aquí!


Hola amigos, el resto de mis colegas están deseando conoceros!

Para que quede claro que tenemos entre manos un chaleco mínimo, aunque antes lo hayamos vitaminado ad hoc. En tareas undercover habrá ocasiones en las que nos valga una pistolera en un lado del cuerpo, sus portacargadores en el otro, la radio sabe Dios dónde... ésta es una vuelta de tuerca a esa idea, pero metiéndolo todo en el mismo saco.  Incluso podemos añadirle cargadores de fusil en el extremo izquierdo, si lo tenemos a mano (o en el maletero)

Entre estos dos extremos, el AWS Strike sigue ofreciendo interesantes configuraciones intermedias. Variando la opción más overkill podemos dejarlo como first response option debajo de la cama o en el salpicadero del coche por si las cosas se ponen feas y hay que salir en gayumbos... pero desgraciadamente tendremos que levantar los brazos y pasar el chaleco alrededor del cuello, y eso no es rápido. Actualmente hay otras soluciones mucho mejores, pero demonios, tengo que repetir que tratamos de un webbing vintage que estiramos como al chicle?



He dicho ya lo muy plate friendly que es?


En el no poco improbable caso de que nuestro chaleco de placas no esté acompañado de unos pouches adecuados, colocarle el AWS no está del todo mal.

Como resumen, hacer hincapié en que se trata de un producto ya superado en la era molle, diseñado con muy buen tino pero hace más de veinte años. Aún así, puede adaptarse a una amplia gama de requerimientos... no hace falta forrarlo a tope de cargadores. Quizá nos interese meterle un GPS, una radio. una botella de agua de medio litro y dos pequeñas linternas. Por decir.

...sin entrar en cómo tunearlo, algo relativamente fácil con una máquina de coser doméstica gracias al modesto empaque de materiales y costuras. Pero eso ya es otra historia.

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