Sin trampa ni cartón. Admitámoslo: hasta que salga a la luz la capa élfica no habrá camuflaje perfecto, ni universal. Lo positivo es que mientras tanto podremos desafiar algunas convenciones, modas y manías. Y lanzarnos en brazos de los fabricantes espabilados, claro.
Diseñar un patrón de camuflaje debe ser cosa curiosa. Sacarlo fuera y
que se confunda con su entorno, complicado. Antes de valoraciones
objetivas o subjetivas es necesario aclarar que ninguno es perfecto -ni
mucho menos.
En el momento en el que a alguien especialmente
pragmático se atrevió a priorizar el amoldamiento al terreno en lugar de
a la distinción de las tropas propias de las ajenas, multitud de
soluciones han ido en esa vía: desde imitar el color de una prenda
cuando está llena de polvo, aplicar brochazos de pintura en los colores
de la vegetación o la creación de esquemas "científicos" que
confundiesen al ojo humano o mecánico.
La variedad de colores,
luces o texturas que se encuentran en el mundo natural (y el
artificial!) es enorme y además tienen la manía de cambiar según la hora
del día y el momento del año con lo cual la hipótesis de una "camuflaje
omnitópico y omnicrónico" es quimérica a día de hoy.
Llevado al
campo militar los condicionamientos para un uniforme de camuflaje
encuentran todavía más limitaciones, como pueden ser mantener un precio
contenido y una uniformidad, contra los que solo unos pocos pueden
jugar. Además especialmente en el ámbito de la simulación militar o el
airsoft se da un curioso fenómeno: el hábito de ver y reconocer
uniformes determinados.
En esta ocasión la idea es llevar dos
patrones militares británicos de generaciones diferentes y diseñados con
medios y objetivos diferentes a un lugar específico, el noroeste de la
Peninsula.
Los contendientes:
Con cuarenta años a sus espaldas y múltiples exportaciones que lo avalan, el campeón e incónicoDPM (disruptive pattern material).
Al
otro lado del ring y respaldado por su gran aceptación por las mejores
fuerzas especiales en los últimos años, la versión licenciada por Crye
Precision de su Multicam al British Army, MTP (multi-terrain pattern)
El
combate, que ya les veo a ustedes suspicaces, está en efecto amañanado
de origen. O casi. Galicia aparece evocada como todo muy verde y muy
oscuro y muy húmedo, terreno abonado al DPM. Y es de nuevo cierto,
aunque nuestra curiosidad y ánimo crítico conduzcan a un versus contra
un producto ideado para otras latitudes. Sin embargo el de Crye es un
camuflaje "tecnológico" elaborado a base de no poco estudio, tiempo y
dinero... y eso es como para darle una oportunidad aunque no seamos tan
ilusos de pensar que es la panacea.
Las fotos fueron tomadas en
el norte de Galicia a finales de Mayo de 2011. El DPM es un S95 y el MC
se corresponde con pantalón multicam y camisa MTP.
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